A diferencia de lo que la mayoría de personas creen, la venta de tu producto o servicio no es el último paso dentro de un largo proceso sino el principio de todo.
Mas allá de dejarte algo de dinero, tu primera venta debe dar a conocer tu marca y ayudarte a generar relaciones con socios y clientes.
También es una excelente oportunidad para saber cómo reacciona el negocio frente a tu producto. Todo lo que recibas como respuesta en este período inicial, y todos los ajustes que puedas hacerle a tu producto en consecuencia, pueden ser la clave para el éxito a largo plazo de tu negocio.
Antes de pensar en generar tu primera venta, es necesario definir cuál es tu propuesta de valor. Debes saber por qué las personas elegirían comprarte a ti el producto o servicio que ofreces.
Para saber cuál es tu propuesta de valor debes enfocarte, ademas de en tu producto y sus características, en cómo el producto ayuda a resolver un problema real. Además, debes pensar cómo diferenciar tu marca y tu oferta de las de tus competidores.
En toda comunicación que realices, la propuesta de valor debe ser clara, y esto incluye tanto los beneficios que brinda tu producto o servicio como su valor diferencial con respecto a otros similares.